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sábado, 2 de julio de 2011

AMÉRICA PARA LOS LATINOAMERICANOS

Fecha de Publicación:
Acapulco de Juárez, Gro. Méx. 02/Julio/2011

Dir. Revista Virtual LEMA Universitario:
Emilio Nahín Rojas Madero
“Mi vida por una mejor Nación”


América Para Los Latinoamericanos  
Emilio Nahín Rojas Madero
“Mi vida por una mejor Nación”

Don Isidro Fabela ya había hecho una serie de declaraciones en contra de las acciones intervencionistas y hegemónicas de naciones ajenas a la vida interna nacional. Todos en la vida llegamos a tener un vecino especial; ese que entra a nuestro hogar y se lleva nuestra escoba, trapeador, la línea de agua o deja su basura en nuestro patio y si le reclamamos nos hecha en cara el préstamo económico que nos facilito o nos envía a las diversas autoridades administrativas para perjudicarnos en nuestra fuente de extracción de capital (pequeña empresa) por atrevernos a reclamarle bajo el discurso de que nosotros mismos no somos capases de darle un buen uso a nuestras propiedades; a diferencia de su visión tan vasta, reproductiva, desarrolladora y conservadora en nombre del bien común.

¿Cómo puede atreverse a intervenir un ser extraño en tu habitad y más aun con ese mediocre discurso? Eso solo se puede aceptar de un ente social falto de personalidad jurídica, de un incapaz. Así mismo se escucha la doctrina Monroe recitada en 1823 por James Monroe y reafirmada dicha demencia por Theodóre Roosevelt en su corolario de 1904. En un principio aceptado para contrarrestar las intenciones de colonización europea; sin embargo, extraviada en la aplicación para con el resto de los países que integran nuestra América.  Tan errada que han querido vendernos la farsa de que el ser americano comienza de la frontera con México al norte; cuando en la realidad, desde Groenlandia a la república Argentina nos corresponde dicho titulo. Estados Unidos; es una nación esquizofrénica, pues ve al resto del mundo como su enemigo, pero probablemente el principio de este problema psicológico tenga que ver con su origen, durante su fundación o su infancia como lo llamarían los psicólogos.

Norteamérica es una nación sin un histórico pasado de orgullo; con batallas conmemorables como las del resto, al sur del continente americano y ante la falta de éste; ha secuestrado las historias ajenas o falseando la realidad social de los años de su constitución. De acuerdo con la teoría de la generación espontanea; la vida surgió de la nada, lo malo es que este precepto quedo desfasado. Desde mi infancia me hicieron creer que en las películas de vaqueros contra apaches; los primeros eran héroes y los secundarios, los malvados. Sin embargo; la realidad no fue así, los vaqueros eran americanos que llegaban a las comarcas o reservas y eran los primeros en atacar. Asesinando a mujeres, niños y ancianos; de una manera desalmada con la finalidad de apoderarse de las mejores tierras y colonizarlas. Pero de dónde proviene esa mentalidad criminal de los norteamericanos ¿Por qué se ensañaron con nuestros antepasados y siguen asiéndolo con las nuevas generaciones de latinoamericanos? ¡Acaso no somos seres humanos! Y lo peor de todo es que todavía se preguntan con descaro que –“¿Por qué les odian tanto?–.

A mediados del siglo XVIII; los reyes y emperadores de naciones como Inglaterra, Francia y otros países europeos se reunieron para atender un problema de suma urgencia. Pues sus cárceles estaban sobrepobladas de asesinos, defraudadores y prostitutas; por lo que no sabían si mandar a la pena capital a una oleada de delincuente o crear más prisiones. Sin embargo; entre los allí presentes se escucho y ejecuto la propuesta de enviarlos en embarcaciones a las regiones áridas del continente americano bajo el argumento de que si sobrevivían –“¡Qué bueno!– y si no –“También”–. Pero ocurrió lo primero; se reagruparon, crearon sus propias leyes, formaron una nación y hoy se hacen llamar legítimos americanos. Ciudades como Nueva York, tuvieron el carácter de ser las primeras cárceles más grandes en nuestro continente y el resto del mundo. Es por ello que todavía a la mitad del siglo XIV en esa ciudad como en otras; se realizaban batallas encarnizadas entre las pandillas que buscaban superioridad, respeto y control, producto de su mal infundado racismo, peleando una tierra que no les pertenecía por origen.

Puesto que americanos somos los nacidos de sangre indígena. La doctrina Monroe y el corolario Roosevelt son más legítimos para los latinos. Sin embargo; como latinoamericanos, no podemos caer en esta conceptualización de odio que ellos mismos sembraron en nosotros, pues de seguirla estaríamos cumpliendo con las teorías por las cuales ellos se armaron contra nosotros. Es cierto que cuando alguna nación actúa como ellos; le llaman terrorista, pero cuando son ellos quienes así se conducen, lo llaman “seguridad nacional”. Como latinoamericanos ¿Queremos vivir en paz? Apliquemos el precepto juarista –“el respeto al derecho ajeno, es la paz”– y la doctrina Estrada –“intervenir; jamás en la vida orgánica, política o económica de otra nación ajena a la propia”–. Así que no busquemos venganza porque solo le daríamos gusto de certificarle que todos somos leones de la misma condición.

Para combatirle no son necesarias las armas, sino afianzar el patriotismo y amor por las autoridades en nuestro pueblo. Y siendo rectos en nuestras funciones como gobierno; con esta medida acabaríamos con los golpes de Estado y los posibles traidores. Olvidar que Norteamérica existe; fundar un banco de cooperación internacional latinoamericana para saldar las deudas externas y consolidación de un mercado propio; donde hasta los gringos puedan participar, pero con determinadas reglas y sanciones que vayan desde penas pecuniarias, hasta la expulsión o cerco comercial sobre quienes incurran en delitos de especulación; manipulación del mercado y acaparamiento de productos o mercancías. Después de todo, debemos de ser condescendientes con Norteamérica; quien padece de un trauma mental y como seres humanos que somos, debemos de apoyarnos; mas aun tratándose de una nación enferma de falta de identidad histórica y despreciada por sus progenitores. ¿Acaso no son las mismas recomendaciones que un psicólogo nos daría de un paciente en condiciones similares?

NOTA: Si eres latinoamericano y se te deporta bajo la excusa de que no eres americano; recuérdales a los yanquis que el continente que pisan es América y si eres mexicano y el juez te confina diciéndote que no eres norteamericano, enséñale geografía; pues Norteamérica comienza en Yucatán, México y termina en Groenlandia.

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